Todos los vehículos eléctricos actuales utilizan baterías de iones de litio. Las baterías de iones de litio pueden referirse a una amplia gama de químicas; sin embargo, en última instancia, consisten en una batería basada en reacciones de carga y descarga de un cátodo de óxido metálico litiado y un ánodo de grafito.
Dos de las químicas de iones de litio más comúnmente utilizadas son níquel manganeso cobalto (NMC) y fosfato de hierro y litio (LFP).
Carga Rapida
A la hora de utilizar centros de carga rápida es importante tener en mente que la carga de la batería no es lineal, a medida que la batería alcanza su capacidad máxima la velocidad de carga va a ser más lenta por lo cual se recomienda cargar la batería hasta un 80%, también con la idea de liberar los centros de carga lo más rápido posible para que otros usuarios puedan utilizarlos.
A continuación este es un ejemplo del proceso de carga de un Tesla Model 3 donde se puede apreciar claramente cómo a medida que la batería se llena la velocidad de carga se vuelve más lenta.